Lo que se conoce
como el miedo
El miedo que pasé ahí afuera, nunca me había sentido tan
desprotegida como esa noche, aunque tuve que escuchar varias veces como Jack me
decía que no tuviera miedo, que todo eso era por mi seguridad. Me sentía tan
indefensa, tan acosada, que casi apuñalo a Jack por accidente, el tuvo la idea
de sujetarme del brazo para que supiera yo que él estaba ahí a mi lado, me
sentí mejor cuando nos encontramos con unas luciérnagas que daban vida y luz a
todo el bosque, estábamos cerca, empezaba a ver muchos lagos repletos de
nenúfares; unos más hermosos que otros, pero a Jack no les importó y siguió
cabalgando a mi lado, con la vista hacia enfrente, nariz recta y vista seria.
Así se quedó por varios minutos, hasta que llegamos a la supuesta entrada de la
ciudad, no era más bella que las otras, de hecho resultaba la más fea. Era un
simple riachuelo que conducía hacia dos estaques, solo tenían flores
marchitadas por el agua contaminada que llegaba ahí.
De repente, como si hubiese escuchado mis pensamientos, empezó a
fluir desde lo alto de la montaña a la que estaba recargada, un agua clara y pura,
que, a su vez fue abriendo paso en su tierra, haciéndola más y más profunda;
hasta que quedó como un lago muy bello, de gran profundidad, digna entrada de
una hermosa ciudad.
Al ver la entrada camine hacia ella, pero Jack me sujetó el brazo
y me susurró al oído:
-Mira, Katrina en esta ciudad todos son diferentes a lo que estas
acostumbrada, no digo que seas imprudente, pero si un poco descuidada, solo te
pido que en nuestra estancia no te separes de mi, quien sabe que información
quieran de ti.
Asentí con delicadeza, yo no era una buena actriz, pero con Jack a
mi lado creo que nadie lo notaría, él llamaba mucho la atención, mucho más de
lo que cualquiera lo hacía, supongo que ese era el resultado de tener un dragón.
Se tornó divertido en cuanto entramos a la ciudad, resultó todo más difícil de
lo que creí porque la que llamó la atención de todo el mundo, fui yo. No me
preguntes cómo, Ya que tengo muchas teorías que nunca pude comprobar: Jack
llamaba la atención de todos pero yo era más guapa que él, el tatuaje de mi
rostro era muy llamativo y por eso miraban mi cara estupefactos, me confundieron
con un ser peligroso y por eso se apartaban de mi con cautela viéndome a los
ojos, me había ensuciado al bajar a la ciudad por el agua, creían que era
hermana de Jack, notaron que mi expresión era aterradora y por eso me rehuían,
parecía una princesa celestial, ¿o alguna estupidez así se les había ocurrido?
Íbamos a la “mitad” del camino cuando una chica rubia, blanca y de
ojos azules se abalanzó a Jack, quitando el brazo que me unía a él haciéndome
caer de debilidad, estaba realmente muy cansada, muchas emociones por toda una
noche, no había dormido para nada, claro que de todas maneras ya había previsto
ese punto así que no me preocupé mucho por ello hasta que un peso infligió en
mí, me estampé en el suelo, sentía que pesaba una tonelada y volvió a suceder,
misma chica y mismas palabras penetraron mi cabeza solo que con algo más, una
ubicación, y no estaba muy lejos, pero cuando volví en mí, ya no sabía ni qué
había pasado.
Estaba en una habitación oscura, pero no lo suficiente, así que
pude observar todo a mi alrededor, el cuarto era grande, tenía un sofá negro,
todos los muebles eran de madera de Maple, una mecedora ocupaba el sitio al
lado de un rosal que, yo supongo, iban a podar cada cierto tiempo
predeterminado, a ambos lados de la cama había un buró que combinaba
perfectamente con los demás muebles, y además el cuarto estaba pintado de un
verde muy tenue, que me hacía pensar en el exterior, en el sol que debía de
estar justo ahí afuera. Me levanté con cautela, y enseguida noté la ausencia de
mis dagas, me habían quitado la capa y tenía puestos unos ropajes que
desconocía, y peor aún, no encontraba mi bolsa ni mis botas, en pocas palabras,
estaba en pleno secuestro.
-Que estupidez –me dije bufando ¿Cómo era posible? No estaba atada
ni desnuda, pero me sentía igual de acosada que la noche anterior.
Me dispuse a buscar una puerta que encontré con la mayor
facilidad, pero justo cuando abría la puerta hubo alguien que iba entrando y
como resultado ambos nos caímos de sentón.
-¡Katrina! ¿Porqué estas levantada? y peor aún ¿Quién te dio
permiso para salir de la habitación?
-Y yo quisiera preguntarte un par de cosas Jack –dije dándole una
mirada furiosa que dejó una mirada de sorpresa en su rostro, y no me extrañaba
porque hasta ese momento, él nunca me había visto enojada.
Le jalé la mano y lo adentré a la habitación, teniendo en
cuenta que no me gustaba decir cosas ajenas en público y lo que le tenía que
preguntar, inevitablemente haría que me sonrojara.
-Muy bien empecemos –dije dándome la vuelta y viéndolo a la
cara, que estaba llena de curiosidad a mis preguntas – Primero, ¿Qué es este
lugar? Segundo, ¿Dónde están mis cosas? Tercero, ¿Esta ropa cuando me la puse?
Cuarto, ¿Dónde estuviste? ¿No que no me separara de ti? Que me pegara como
sanguijuela si era necesario y todas esas es…
Me interrumpió en medio de la expresión cerrándome la boca
con el dedo, y mostrándome con la otra mano una bolsa blanca, que si mi olfato
no me fallaba era el desayuno, me moría de ganas de comer algo, ya que solo el
hecho de despertar hambrienta alimentó mi mal humor.
Me relajé un poco, e incluso me sonrojé por el tono que
había utilizado con Jack, que no era el más adecuado para tratarlo. Le quité su
mano de mi boca y jugué con sus dedos en modo de disculpa, y al parecer, el lo
entendió porque me despeinó como de costumbre y me llevó a la cocina que nunca
descubrí en los 30 minutos que estuve ahí consciente.
Abrió las cortinas y entró mucha luz de sopetón, tanta que tuve
que cubrir mis ojos por el cambio radical de iluminación. Cuando mis ojos se
acostumbraron a la luz del sol reluciendo, el desayuno ya estaba servido, y
Jack estaba enfrente desayunando hambriento.
-Al resto de preguntas que tienes –dijo cuando me estaba comiendo
el huevo, los frijoles y las salchichas con una tortilla –Estamos en mi antiguo
despacho, y ya que te desmayaste en medio de la calle causaste malas
impresiones de mi –me dio una mirada reprobatoria que se la devolví con una
mirada igual o más furiosa que la de él –tus pertenencias las puse en tu cuarto,
pero ahora estabas durmiendo en el mío porque era el más cercano y realmente
estabas muy cansada, seguramente tienes tus razones para desmayarte así pero
primero terminaré antes de preguntarte nada –me sonrió antes de continuar con
la última pregunta –y con respecto a la ropa –se sonrojó e hizo una pequeña pausa
que no me dio buena espina –pues… “ella” te cambió.
-¿Quién es “ella”, eh?… por ella te refieres a la chica de ayer
¿verdad?
Él asintió con la cabeza baja, y por lo que decían sus orejas, aún
seguía con el rubor. Me rasqué la mejilla con aire ausente. Ya que solo pensaba
en la visión de la noche anterior, el lugar era más iluminado, así que pude
analizar el lugar con mayor detenimiento, y si no mal me equivocaba era casi
idéntico a un casillo en una caverna, las estalactitas y estalagmitas adornaban
el lugar, no me extrañaba que alguien ahí llegase a tener fiebre, con toda la
humedad que pudiese haber ahí uno seguramente no podría respirar.
Me sacó de mi fantasía el aroma de que algo se quemaba, y miré la
fuente del olor. Una chica que estaba al margen de la puerta fumando un puro,
la misma chica de ayer. Se me calentó la cara de tan solo recordar las palabras
de Jack, ella lo notó y me regaló una sonrisa que mostraba sus impecables
dientes blancos, la miré un largo rato y
la examiné con mucho cuidado, ojos almendrados, pecas que espolvoreaban su
cara, figura alta y porte elegante que se distinguía aún en su ropaje informal
de: botines, un pantalón de mezclilla azul y un top escotado púrpura.
Las ropas que vestía seguramente eran de ella, porque como ella me
veía extrañamente similar, me sonrojé aún más hasta que ella me tocó el hombro
y con una sonrisa me dijo:
-Katrina, he escuchado mucho sobre ti, mi nombre es Abigail, soy
una antigua amiga de Jack.
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Jajaja
Hola, aqui tengo un nuevísimo capítulo
Espero que les haya gustado
ITZY
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